En la mitología, el casco alado más famoso quizás sea el asociado con el dios griego Hermes y su homólogo romano Mercurio. Los griegos y romanos creían que éste era el emisario y mensajero de los dioses. En este papel, Hermes es necesario para viajar rápidamente de un lugar a otro. De este modo, para ayudarle en su tarea, Hermes cuenta con un par de sandalias aladas, de las que se cuenta que fueron confeccionadas por Hefesto con oro imperecedero. El estatus de Hermes como viajero es reforzado por su tocado habitual, un sombrero de ala ancha...
Sabemos que los caballeros de la Orden Teutónica utilizaban un tipo de casco conocido como ‘gran yelmo’, al que la imaginación popular ha añadido a menudo cuernos o alas. Al igual que en épocas más antiguas, es poco probable que estos cascos fueran utilizados en batalla. Un ejemplo de gran yelmo medieval con alas es el perteneciente a la familia austríaca von Pranckh, que sirvió como ‘casco funerario’.
Esos cascos se usaban en torneos, y ocasionalmente en batallas, para identificar por las cimeras a sus portadores. Pero Las cimeras eran de papel mache o madera, apenas pesaban y no estaban pensadas para durar mucho, por lo que no suelen quedar restos.
Y por supuesto, no sólo los usaban los caballeros de la orden teutónica. Eran ampliamente utilizados, como ya digo especialmente en torneos, por todo tipo de caballeros.
Tampoco es que el gran yelmo fuera exclusivo de la orden teutónica, era el casco estandar de batalla entre los caballeros hasta casi el siglo XV y se llevaba encima de un alcochado, una cofia de malla y un casquete metálico que solía ir debajo de la malla (el gran yelmo se usaba para las cargas, había otra versión más ligera para otros cometidos). Aunque hubo bastantes avances en herrería y durante el XIV surgieron nuevos modelos que lo fueron reemplazando en varias regiones. Principalmente bascinetes en sus diferentes variantes, pero también griffons y sugarloafs. Y para el XV estaba ya prácticamente extintos, puesto que habían empezado a introducirse las armaduras de placas completas con las que llevabas otros yelmos,
Pero Las cimeras eran de papel mache o madera, apenas pesaban y no estaban pensadas para durar mucho, por lo que no suelen quedar restos.
Para complementar: un adorno de bronce o hierro sobre el casco y unido a éste, aparte de la incomodidad del peso era una invitación a que te partieran el cuello de manera más sencilla solo con apuntar la lanza a ese objeto.
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Sabemos que los caballeros de la Orden Teutónica utilizaban un tipo de casco conocido como ‘gran yelmo’, al que la imaginación popular ha añadido a menudo cuernos o alas. Al igual que en épocas más antiguas, es poco probable que estos cascos fueran utilizados en batalla. Un ejemplo de gran yelmo medieval con alas es el perteneciente a la familia austríaca von Pranckh, que sirvió como ‘casco funerario’.
Esos cascos se usaban en torneos, y ocasionalmente en batallas, para identificar por las cimeras a sus portadores. Pero Las cimeras eran de papel mache o madera, apenas pesaban y no estaban pensadas para durar mucho, por lo que no suelen quedar restos.
Y por supuesto, no sólo los usaban los caballeros de la orden teutónica. Eran ampliamente utilizados, como ya digo especialmente en torneos, por todo tipo de caballeros.
Tampoco es que el gran yelmo fuera exclusivo de la orden teutónica, era el casco estandar de batalla entre los caballeros hasta casi el siglo XV y se llevaba encima de un alcochado, una cofia de malla y un casquete metálico que solía ir debajo de la malla (el gran yelmo se usaba para las cargas, había otra versión más ligera para otros cometidos). Aunque hubo bastantes avances en herrería y durante el XIV surgieron nuevos modelos que lo fueron reemplazando en varias regiones. Principalmente bascinetes en sus diferentes variantes, pero también griffons y sugarloafs. Y para el XV estaba ya prácticamente extintos, puesto que habían empezado a introducirse las armaduras de placas completas con las que llevabas otros yelmos,
#4
Pero Las cimeras eran de papel mache o madera, apenas pesaban y no estaban pensadas para durar mucho, por lo que no suelen quedar restos.
Para complementar: un adorno de bronce o hierro sobre el casco y unido a éste, aparte de la incomodidad del peso era una invitación a que te partieran el cuello de manera más sencilla solo con apuntar la lanza a ese objeto.
" El ingenioso diseño permitía que las alas del ave batieran arriba y abajo cuando su portador se movía."
Combatirá con nosotros Erick, hijo de Glim, al que llaman "El especial"
#2 Ahora las fuerzas armadas lo tienen más fácil.
Volaban cabezas...