En sus textos sobre el cine de Pedro Almodóvar, Carlos Boyero siempre se queja del circo promocional que los medios de comunicación y el manchego consiguen levantar antes de cada estreno. La gran ironía es que, a estas alturas, el propio crítico forma parte fundamental de ese aparato. Sus críticas-apisonadora son el yang de ese ying que representaría, por ejemplo, la portada de 'El País Semanal'. Todos esperamos sus valoraciones. Todos las vamos a leer.
Comentarios
Sin que sirva de precedente, coincido con la crítica de Carlos respecto a la obra de Panamedro Almodóvar.
Hay que reconocerle el mérito de haber aguantado tantas horas viendo esas "obras de arte y cultura".
Todos esperamos sus valoraciones. Todos las vamos a leer.
¿Todos? No...
Boyero: la demostración de que la cara es el espejo del alma.
Pero si es que tiene razón. Los amantes pasajeros es, probablemente, una de las tres peores películas que he visto. Digo tres porque Date Movie y Muérdeme ni siquiera terminé de verlas. No así Los amantes pasajeros aunque solo fuera por saber cómo acababa semejante mierda. De risa es lo de simular el aterrizaje forzoso con sonidos mientras vemos un aeropuerto fantasma. Será que se gastó todo el presupuesto en benjamines de Möet Chandon para preparar ese agua de Valencia con mescalina.
#3 Con la mala hostia, lo chusco, lo macarra, el rollete personal que desprende, me temo que cualquier argumento queda invalidado. Lo mejor es que cuando muera Boyero no se va a acordar de él y de sus críticas nadie, y a lo mejor es eso lo que le escuece.
#5 pues a mí leerle (junto a Jabois, Savater y alguno más) es de las pocas cosas que me interesan todavía de El País.
Pasa que el Divo Almodóvar trató de que lo echaran del periódico porque no le gustó una crítica...
la misma libertad de expresión que reclama para su arte tendría que defenderla para los demás. pero ya sabemos hasta qué punto pueden llegar a ser hipócritas según que personajes "progres"...
Crítica... más bien manifestación de la inquina malsana que tiene dentro.
El ingrediente básico para ser crítico de cine o musical de renombre (que no bueno o aclamado) es estar amargado y lanzar de vez en cuando espumarajos de fuego por la boca o por el teclado de su portátil con el fin de aparentar que saben más que el resto de los mortales.
Solo me ha hecho falta leer una crítica de este tío para saber que no voy a leer mas.
Igual que El Pais.