La mezcla de arte e intereses políticos rara vez dan buenos resultados. Fue un poeta, Louis Aragon, el que puso en un compromiso a Picasso, que se arrepentiría siempre de haber aceptado un encargo suyo. Aragon dirigía 'Les Lettres Françaises', la revista literaria de referencia del momento, por lo que el pintor malagueño lo tuvo muy complicado a la hora de rechazar lo que el literato galo, miembro como Picasso del Partido Comunista Francés, le pidió: que pintase un retrato del mismísimo Stalin.
Comentarios
Es el Antonio Banderas de la época. Solo que este no pudo proponer ninguna movida inmobiliaria en su ciudad natal.
Comunista reniega de comunista. No me lo creo.
Vete a Francia que aquí no te queremos, Picasso.
¿Arrepentido por razones políticas o por el hecho de haber pintado un truño?
Bueno, Alberti nunca se arrepintió por sus versos a Stalin,
Parece Frida khalo sin depilarse el bigote.