En noviembre de 1933, uno de los grandes poetas de la URSS, Osip Mandelshtam, escribió un feroz epigrama contra Stalin. El texto, considerado con razón el poema político más célebre del siglo XX, no sólo incluye un ataque directo contra el dictador sino que también habla del miedo de los ciudadanos soviéticos, de los susurros en medio de una sociedad paranoica, de los oídos que escuchaban detrás de las paredes. Ignorando o quizá despreciando el atolladero donde se estaba metiendo, Mandelshtam lo recitaba en lecturas de poesía.
Desolador el Réquiem de Ajmátova.
Este poema contra Franco, de Valente, también es digno de recuerdo:
“Corona fúnebre”
Estaba el muerto sobre sí difunto.
Corrieron las estólidas cortinas de la patria
sobre su incorruptible podredumbre.
Señor opaco de las moscas.
Su reino no era de este mundo
ni de otro mundo.
Improvidente error
y largos cementerios sin fin bajo la luna.
De la muerte nos diera innúmeras versiones.
Padre invertido: nos desengendraba.
Viva la muerte, en círculo dijeron
con él los suyos.
Viva, con él, al fin la muerte.
La muerte, sus bastardos, sus banderas.
Que por mayo era, por mayo,
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor;
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión;
que ni sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba el albor.
Matómela un ballestero;
dele Dios mal galardón.
Comentarios
La poeta rusa escapó a España, se dejó el pelo largo y se escondió bajo pseudónimo a la vista de todos.
Si, correcto, nadie puede llamarse Rosy de Palma porque si.
Desolador el Réquiem de Ajmátova.
Este poema contra Franco, de Valente, también es digno de recuerdo:
“Corona fúnebre”
Estaba el muerto sobre sí difunto.
Corrieron las estólidas cortinas de la patria
sobre su incorruptible podredumbre.
Señor opaco de las moscas.
Su reino no era de este mundo
ni de otro mundo.
Improvidente error
y largos cementerios sin fin bajo la luna.
De la muerte nos diera innúmeras versiones.
Padre invertido: nos desengendraba.
Viva la muerte, en círculo dijeron
con él los suyos.
Viva, con él, al fin la muerte.
La muerte, sus bastardos, sus banderas.
Que por mayo era, por mayo,
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor;
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión;
que ni sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba el albor.
Matómela un ballestero;
dele Dios mal galardón.
Anónimo
Interesante el voto del señor@агитпроп
Sensacionalista.
Esta no sirve para blanquear el comunismo eh?
Cuando se pueda acceder a los archivos secretos del comité central...sus vais a cagar...