Tras el final de la Guerra Civil, la famosa reliquia de la mano de Santa Teresa (aunque le falta el meñique) fue trasladada desde Málaga a Valladolid, para ser expuesta en una magna exposición con otros relicarios y obras de arte del patrimonio religioso expoliado por los republicanos. A Franco no le costó conseguir autorización eclesiástica para conservar el relicario en la capilla de su residencia, en el Pardo, donde se mantuvo como objeto de especial devoción.
Comentarios
Espero que no le falte el meñique y que la mano esté plegada en popular gesto dentro de su relicario.
#3 En realidad, por lo que sabemos de Teresa, bien podría haber reproducido ese gesto. Ella era muy dueña de sí misma y sólo respetaba la autoridad cuando esta no le estorbaba demasiado. Tenía un código moral bastante menos elástico que Francisco, y, en mi opinión, mejor calidad como persona (y ojo, soy ateo)
Al César lo que es del César
Psé, eso no es nada, si miramos el santoral podemos ver que algunos santos eran asesinos en serie sin duda alguna. En los hispanos en especial los que se dedicaban a liquidar arrianos....
Sagradas pajillas las de Franquito.
La ICAR y el franquismo, una bonita historia de amor.
Joder, la mano de marras se parece al guantelete del infinito