No sé si “solución” sería la palabra adecuada, pero al menos era ingenioso. Ocurrencias similares aparecieron por doquier en los primeros años de expansión de la industria del automóvil, pero apenas un puñado de ellas logró sobrevivir. En este caso se trata de la prueba de un automóvil en Francia hacia 1927 en la que puede verse un ingenio capaz de modificar el comportamiento del eje delantero para poder aparcar en espacios reducidos.
El problema es que el sistema, si no tiene un motor pequeño en cada rueda como hacen los eléctricos, es que la transmisión desde el motor a las ruedas que cambian su posición hace que sea mucho mas probable que se rompa ese eje.
Qué curioso que no haya habido avances en este sentido en los coches comercializados.
Recuerdo que hace unos quince años vi en la televisión un coche (no recuerdo la marca) que, para facilitar el aparcamiento, reducía su longitud haciendo que el coche se levantase sobre el eje trasero, el cual se acercaba hacia el eje delantero. De esta manera, el coche quedaba levantado de la parte de atrás y era sensiblemente más corto. Una vez aparcado, se podía volver a la posición original. No sé si lo he explicado bien. De todas maneras, vuelvo a lo mismo: resulta curioso que las marcas no hayan avanzado en sistemas como el del video. Aunque quizás hoy en día ya no tengan tanto sentido al existir modelos con aparcamiento automático.
Comentarios
No había mujeres aparcando, no había problemas.
#1 ¿Con ganas de un buen suicidio kármico?
#3 Confío en el sentido del humor de la gente. Y si no lo entienden, son unos fascistas mal nacidos hijos d...
#4 jajajaja 😂
¿Estará patentado?
En taiwán
La versión de Nissan
El problema es que el sistema, si no tiene un motor pequeño en cada rueda como hacen los eléctricos, es que la transmisión desde el motor a las ruedas que cambian su posición hace que sea mucho mas probable que se rompa ese eje.
Qué curioso que no haya habido avances en este sentido en los coches comercializados.
Recuerdo que hace unos quince años vi en la televisión un coche (no recuerdo la marca) que, para facilitar el aparcamiento, reducía su longitud haciendo que el coche se levantase sobre el eje trasero, el cual se acercaba hacia el eje delantero. De esta manera, el coche quedaba levantado de la parte de atrás y era sensiblemente más corto. Una vez aparcado, se podía volver a la posición original. No sé si lo he explicado bien. De todas maneras, vuelvo a lo mismo: resulta curioso que las marcas no hayan avanzado en sistemas como el del video. Aunque quizás hoy en día ya no tengan tanto sentido al existir modelos con aparcamiento automático.