Alfonso Sanz reclamó ser reconocido como hijo legítimo del rey cuando cumplió la mayoría de edad y reclamó, sin éxito, el depósito de 50.000 francos que la Casa Real había invertido en deuda pública para comprar el silencio de Elena Sanz y de sus dos hijos.
Comentarios
Eso fué antes del "ADN".
El tribunal Supremo del Siglo XIX "creo" que no tiene nada que ver con el del siglo XXI
La sinvergonzonería les viene de lejos. Y que les rían las gracias también. Este es un país de súbditos. Siempre lo fue.
Es bueno ser rey...