Es curioso que una actividad tan aparentemente simple y “aburrida” desde un punto de vista racional como explotar burbujas en un plástico de embalar pueda resultar en cambio tan extrañamente adictiva. No es el único ejemplo: quebrar superficies heladas o juegos como Cookie Clicker tienen mecanismos parecidos ¿Por qué ocurre?
Comentarios
Yo además de adictiva debo ser una ansiosa porque no me resigno a ir explotando de una en una, apelotono el plástico y se oye un petardeo.
#3 es que esa es la buena. Y masticarlos es muy raro
#4 Fíjate, siempre hay quien te supera, intentaré olvidar tu comentario...
son un fallo en matrix.
Yo pienso en los politicos y sus recortes... Algo ayuda.
Sabes que no podrás, volverá a tu mente cuando abras el siguiente sobre acolchado