Esa innovación fue clave en el desembarco con unos carros de combate preparados, tuneados, para la ocasión, que serían conocidos como los «funnies». Graciosos o extraños, depende de cómo se quiera ver, los «funnies» no pasaron desapercibidos ni dejaban indiferente.
Comentarios
Carros de combate!
Un tanque con un lanzallamas no es que me parezca muy gracioso, la verdad.
"Funnies".