Sin duda es el piano de un carpintero...
Lo que está muerto no puede morir.
Solo puede quedar uno.
Errónea, la inmortalidad o mortalidad sólo la adquieren aquellos entes vivos, no inertes
"con mucha delicadeza, Sebastián Marchisio empezó a fabricar con delicadeza en Turín" Que redacción, madre mía..
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Sin duda es el piano de un carpintero...
Lo que está muerto no puede morir.
Solo puede quedar uno.
Errónea, la inmortalidad o mortalidad sólo la adquieren aquellos entes vivos, no inertes
"con mucha delicadeza, Sebastián Marchisio empezó a fabricar con delicadeza en Turín"
Que redacción, madre mía..