Autores como Juan Bonilla, Marta Sanz, Ignacio Peyró o Eduardo Jordá han puesto alguna vez su prosa al servicio de otras firmas. El ejercicio, aunque suponga una renuncia al ego del escritor, suele ser lucrativo y de alto valor pedagógico. A veces, escribir no es un oficio tan solitario como suele decirse. Con más frecuencia de lo que el mercado quiere admitir, tras los autores que firman las portadas de sus libros hay otros escritores a la sombra, o incluso verdaderos equipos.
Comentarios
Un "negro" de toda la vida.
#4 Eso mismo iba a decir...
#4 Es que negro, ya sabes, es muy racista y mucho racista.
#6 #4 ademas y sobre todo mola mas con termino en inglés... Suena menos cutre
#4 ahí le has dao
Ana Rosa...dixit.
La última vez que Ana Rosa hizo huelga fue cuando escribió su libro.
#3 Tardé en pillarlo. Supongo que es cuando hizo huelga porque no asistió a su puesto de trabajo.
Es decir... básicamente un engaño.
(Un engaño más).
#11 … la música no es todo con bandas, ejemplo: música electrónica, gente que le hace la música a otros —> ghost writing .
Ocurre con la música mucho.
#7 con la musica sucede muy a menudo y nadie se escandaliza por que se valora mucho la interpretacion, la voz del artista, etc. Por eso hay muchas versiones tambien, que enriquecen o le dan otro aire a canciones conocidas y no tan conocidas.
En la escritura podria semejarse a hacer un guion detallado y que luego un autor le de su toque personal, pero no se si esto se lleva mucho en ese mundillo.
#7 con la música no se parece en nada. En la música el solista aporta mucho al letrista, pero en literatura firmas y está.