La tarde del 10 de marzo de 1948, un sindicalista de 34 años llamado Placido Rizzotto fue secuestrado en la localidad siciliana de Corleone por un grupo de mafiosos. Se lo llevaron a una fábrica a las afueras y allí lo golpearon salvajemente hasta matarle y fracturarle el cráneo. Después arrojaron su cadáver en una fosa.
Comentarios
Entonces, aún tenemos esperanza para los desaparecidos en las fosas en España?
Menos mal que dice "El Mundo" y no "El Caso"
No creo que a los muertos les importe mucho donde están enterrados.
#3 ¿Y lo católico que es darles cristiana sepultura, simbolo de la piedad de sus fieles? ( http://ec.aciprensa.com/wiki/Simbolismo_de_la_sepultura_cristiana )