Después de acaparar y acaparar terrenos que no urbanizan...con fines especulativos...la Ley del Suelo contempla la posibilidad de expropiar a los propietarios que, pasado un período temporal establecido por el municipio o comunidad autónoma pertinente, no hayan urbanizado sus terrenos.
Con las vacas gordas todo el mundo "ganaba" y nadie se preguntaba de dónde salía el capital. Lo cierto es que daba igual y éramos una sociedad que se vanagloriaba de su grandeza. Ahora queda claro que todo lo que había era una cantidad de dinero ingente prestado sin las garantías suficientes por los bancos. De repente todo el país era millonario, poseedor de grandes fortunas. Ahora, todo va al grito de sálvese quien pueda. La cruda realidad es que vamos a tener que comer ladrillos con tomate. Lo peor, que como siempre el último invitado es el que se queda a recoger los platos rotos. Ahora vemos que, alguno de nuestros compañeros de trabajo, cuando no, nosotros mismos, están ahogados por las deudas hipotecarias de hace pocos años, basadas en la creencia casi incuestionable que "la vivienda nunca baja", y "alquilar es tirar dinero". Por supuesto, los promotores y constructores, son parte del juego, pero ahora nadie va a mirar por ellos, si sobre todo si son pequeños. Lo dicho, "sálvese quien pueda".
Comentarios
! A LA MIERDA !
(c) Fernando Fernán Gomez.
que pena me dan,ahora que no van a poder especular con el suelo.
¡¡A ver si hay suerte y los espENCULAN de una vez!! (¡¡que chiste maas malo!!)
#1 jajaja, no, si entre el ALM y el GCS vamos a dejar de usar el OMG y el WTF!
Empuja empuja, que ya sale.... (_ O _)
Con las vacas gordas todo el mundo "ganaba" y nadie se preguntaba de dónde salía el capital. Lo cierto es que daba igual y éramos una sociedad que se vanagloriaba de su grandeza. Ahora queda claro que todo lo que había era una cantidad de dinero ingente prestado sin las garantías suficientes por los bancos. De repente todo el país era millonario, poseedor de grandes fortunas. Ahora, todo va al grito de sálvese quien pueda. La cruda realidad es que vamos a tener que comer ladrillos con tomate. Lo peor, que como siempre el último invitado es el que se queda a recoger los platos rotos. Ahora vemos que, alguno de nuestros compañeros de trabajo, cuando no, nosotros mismos, están ahogados por las deudas hipotecarias de hace pocos años, basadas en la creencia casi incuestionable que "la vivienda nunca baja", y "alquilar es tirar dinero". Por supuesto, los promotores y constructores, son parte del juego, pero ahora nadie va a mirar por ellos, si sobre todo si son pequeños. Lo dicho, "sálvese quien pueda".