Hace 13 años | Por lurdipis a citaunica.com
Publicado hace 13 años por lurdipis a citaunica.com

Los investigadores han descubierto que en el cerebro existen cuatro pequeñas áreas del cerebro que forman el circuito del amor. La investigadora Acevedo, científica especializada en el sistema nervioso y trabajadora de Albert Einstein College of Medicine de New York, aclara que el amor no reside en el corazón si no en la cabeza. La explicación que aporta es que el amor es una omposición de imágenes del cerebro, hormonas y genética.

Comentarios

T

A saber: Le Mans, Assen, Indianápolis y Jerez.

niñadelastormentas

es una omposición
#0 Creo que te falta una "c"

D

Que pongan protecciones que voy sin frenos.

l

es verdad, me falta una "c".. muchas gracias!

m31andromeda

Acabo de ver la película francesa "Mis tardes con Margueritte" con Gerard Depardieu, que por cierto es muy emotiva, hay una frase que recalca esta película: "En las historias de amor no siempre hay amor, a veces no hay ningún , y sin embargo, queremos", y al leer este artículo se esfumó todo ese encanto.

Pienso que el amor no es sólo que cuatro circuitos, vasopresina y oxitocina lo activen, quizá sí sean los procesos que siguuen en nuestro circuito cerebral, pero no son los que realmente lo activen, o son responsables. No me imagino, que nos peguemos chutes de vasopreina y oxitocina a ambos, y surja un afecto amoroso, Sí que he visto experimentos, que a una rata de laboratorio le inhibe la protección maternal, e ignora a su cría, y a la inversa, de una rata madre inexperta y se pone a criarla. Pues bien, además de esos parámetros para que se dé un efecto amoril, existen factores que aún desconocemos, y surja así mismo el amor. No creo, que A=(a+i+x)K (la fórmula del amor, de Punset), junto a lo que se expone en este artículo, que resulta muy interesante para conocer esas trazas que reorre el amor en nuestro circuito cerebral, se resuma el Amor (en mayúsculas).

Aún nos queda un largo camino, para comprender un sólo ápice de ese maravilloso sentir, y a veces queremos materializar tanto las cosas que se vuelven perenne a su vez. Y nos olvidamos que además de "cariño, mi vasopresina y tu oxitocina están apunto", también existe un amor incondicional (llámase también espiritual, transcendentalista....), como quieras llamarlo, y ése no seremos capaces de captarlo, es como intentar diferenciar del amor maternal, conyugal, fraternal, filial, al fin al cabo es amor.