El esperado momento de la apertura de la macrorrotonda de Los Molinos en Almería, un hito fundamental en el avance del soterramiento, está a la vuelta de la esquina: este jueves se estrena el nuevo trazado. Sin embargo, en lugar de centrar la conversación en los beneficios del tráfico, los almerienses se han fijado en un detalle de diseño urbanístico tan peculiar como cómico. Se trata de un semáforo de peatones que, misteriosamente, ha sido colocado justo detrás de una farola, convirtiéndose en el nuevo juego óptico de la ciudad.
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El caso es quejarse por todo.
Y el arquitecto técnico municipal que revisaba la ejecución de la obra era de la ONCE
En mi recorrido habitual de 15 minutos al menos cuatro, que recuerde.
Lo mismo que plantas que invaden el carril, farolas lo mismo, peatones, coches y camionetas descargando material, carriles que terminan en la nada sin previo aviso, baches que en un coche apenas se notan pero que en bici pueden tirarte al suelo...
El respeto y la concienciación hacia la movilidad sostenible en España es nulo. Solo se hace porque paga Europa, y queda muy mal ante la prensa perder fondos por no gastarlo.