En las últimas semanas, desde algunos medios industriales y también informativos, se ha planteado, cierto que con sordina, un debate que no parece baladí. La discusión, que todavía no ha alcanzado demasiada magnitud, es establecer con la mayor certeza posible si el coche eléctrico es realmente una alternativa rigurosa a los motores de combustión o es una moda, más o menos pasajera, que habrían sido los propios fabricantes de automóviles quienes habrían alentado con una perspectiva meramente comercial.
Comentarios
Alternativa; sin ningún género de dudas.
¿Alternativa o moda? Hay una fabula en que 2 liebres se pasan el rato discutiendo si son galgos o podencos y acaban devoradas. La indsutria tendria que ponerse mas las pilas y perder menos el tiempo o vamos a perder de nuevo el tren de la historia.
Anda, ¿y por qué no las dos cosas?
Por supuesto que son una alternativa, pero para que estas alternativas tengan éxito muchas veces pasan por ser primero una moda.
El Toyota Prius es un claro ejemplo: empezó su éxito como producto "cool" entre los pijos, para pavonearse de lo ecológico que es uno. De hecho, el que no fuese estéticamente muy bonito hizo que tuviese más éxito todavía, ya que producía el efecto: "mira que guay soy, que voy en un coche feo para salvar el planeta".
Al menos en Estados Unidos, uno de los lugares con más éxito entre los famosos, como bien ha explicado alguna vez el presentador Jay Leno, reconocido entusiasta de los coches.
Moda, sin ningún género de dudas.
Si echas números (precio de adquisición, combustible, etc) el coche eléctrico sigue siendo más caro. Solo a alguien que aparque todos los días en zona hora en una ciudad en la que haya exención para este tipo de coches, le saldrá mejor que el de combustión.
#5 Será más caro pero va uno con la conciencia más tranquila de no estar echando contaminantes a la atmósfera y con la esperanza de hacer ver a los gobiernos que los ciudadanos todavía pueden elegir que es lo mejor para sí mismos y a lo mejor toman nota.
#6 Pues lo que yo decía, moda. Sólo los ecopijos estarán dispuestos a pagar el sobreprecio para tranquilizar su conciencia.