Con todos los respetos por aquellas personas con un poco más de peso de lo normal (me incluyo). La comida basura no la puede controlar el gobierno, sino las familias y el estilo de vida.
Lamentablemente, #3, sólo puedo controlar lo que como en mi casa. Pero comer fuera es arriesgarse a que te planten alimentos fritos con aceites de palma. O a cosas tan absurdas como que, en la Biblioteca Nacional, presenten como plato de dieta unas pescadillas rebozadas y fritas.
Los adultos somos conscientes de nuestros problemas, y tomamos medidas para resolverlos; pero no podemos esperar de los niños que se resistan a un dulce industrial de chocolate cuya ingesta le reportará un 20 por ciento de las calorías que necesita para pasar todo el día.
La gente que debemos mantenernos a dieta conocemos bien las dificultades de comer bien fuera de casa sin dejarnos el riñón en la cuenta. Cuando hablamos de máquinas expendedoras de alimentos -hay lugares donde sólo encuentras esas máquinas-, las probabilidades disminuyen drásticamente. Existen hoy día máquinas que venden ramos de flores, pero parece que no hay forma de instalar máquinas que vendan fruta fresca.
Comentarios
pues que empiezen con muchos señores ministros,despues con algunos obispos y sindicalistas
Que no se preocupen, por desgracia ya son muchos los que no tienen casi para comer...
"Como Chávez" ahí periodista digital, un ejemplo de información.
http://cambiosocialya.files.wordpress.com/2009/09/zapatero-e-hijas.jpg
¿Cómo?
Con todos los respetos por aquellas personas con un poco más de peso de lo normal (me incluyo). La comida basura no la puede controlar el gobierno, sino las familias y el estilo de vida.
Lamentablemente, #3, sólo puedo controlar lo que como en mi casa. Pero comer fuera es arriesgarse a que te planten alimentos fritos con aceites de palma. O a cosas tan absurdas como que, en la Biblioteca Nacional, presenten como plato de dieta unas pescadillas rebozadas y fritas.
Los adultos somos conscientes de nuestros problemas, y tomamos medidas para resolverlos; pero no podemos esperar de los niños que se resistan a un dulce industrial de chocolate cuya ingesta le reportará un 20 por ciento de las calorías que necesita para pasar todo el día.
La gente que debemos mantenernos a dieta conocemos bien las dificultades de comer bien fuera de casa sin dejarnos el riñón en la cuenta. Cuando hablamos de máquinas expendedoras de alimentos -hay lugares donde sólo encuentras esas máquinas-, las probabilidades disminuyen drásticamente. Existen hoy día máquinas que venden ramos de flores, pero parece que no hay forma de instalar máquinas que vendan fruta fresca.