La sociedad moderna actual es muy compleja. Todos estamos sujetos a multitud de condicionantes que hacen que en el momento que nos toca escoger, lo podamos hacer de manera impulsiva o ponderada (reflexiva), en función de nuestro estado de ánimo. La manera como dirijo campañas de comunicación va mucho en línea a la manera como mí me gustan las cosas: sencillas, directas, exaltando las virtudes y las potencialidades, sin engañar sobre sus defectos o carencias. Si debemos *maquillar demasiado el producto (cruzando la línea de del engaño) corremos el peligro que una vez adquirido por el consumidor no nos lo compre más. Y esto, no va ni conmigo, ni con mi manera de trabajar Hoy los acerco un pequeño guión de como se pueden ganar unas elecciones, teniendo en cuenta el que ya los he dicho sobre la manera de escoger de las personas, y que recojo la esencia de una campaña vencedora. En contra del qué se pueda pensar sobre la pretensión de estos pautas, verán que la práctica de nuestro trabajo de comunicadores debería ser lo suficiente sencilla, pero aquí es dónde remito de nuevo a la *insondable complejidad humana que nos da trabajo.
En cuando al candidato
Podría citar multitud de calidades para la parte humanista de las elecciones: las personas. Pero sólo subrayo dos de capitales. Candidato y grupo político las habrán de cumplir si quieren que su ideología sea la más convincente.
Demostrar humanidad Proximidad, aceptar el mea culpa cuando sea necesario. Defender valores socialmente bien valorados y reconocidos respeto, sinceridad, humildad, ideología clara, saber hacer, entre otras.
Hacer política de calle siempre Las personas apreciamos la constancia. Los representados de partido y el mismo candidato habrán de hacer calle siempre, ir al mercado, dejarse ver, involucrarse en el tejido social en sus diferentes estratos, reunirse y comida con gente, relacionarse personalmente con gente de pie, con líderes de opinión, con periodistas y con otros representantes políticos. A no ser así, el descrédito de estas acciones durante la campaña serán inevitables.
La sociedad moderna actual es muy compleja. Todos estamos sujetos a multitud de condicionantes que hacen que en el momento que nos toca escoger, lo podamos hacer de manera impulsiva o ponderada (reflexiva), en función de nuestro estado de ánimo. La manera como dirijo campañas de comunicación va mucho en línea a la manera como mí me gustan las cosas: sencillas, directas, exaltando las virtudes y las potencialidades, sin engañar sobre sus defectos o carencias. Si debemos maquillar demasiado el producto (cruzando la línea de del engaño) corremos el peligro que una vez adquirido por el consumidor no nos lo compre más. Y esto, no va ni conmigo, ni con mi manera de trabajar Hoy los acerco un pequeño guión de como se pueden ganar unas elecciones, teniendo en cuenta el que ya los he dicho sobre la manera de escoger de las personas, y que recojo la esencia de una campaña vencedora. En contra del qué se pueda pensar sobre la pretensión de estas pautas, verán que la práctica de nuestro trabajo de comunicadores debería ser lo suficiente sencilla, pero aquí es dónde remito de nuevo a la insondable complejidad humana que nos da trabajo.
En cuando al candidato
Podría citar multitud de calidades para la parte humanista de las elecciones: las personas. Pero sólo subrayo dos de capitales. Candidato y grupo político las habrán de cumplir si quieren que su ideología sea la más convincente.
Demostrar humanidad Proximidad, aceptar el mea culpa cuando sea necesario. Defender valores socialmente bien valorados y reconocidos respeto, sinceridad, humildad, ideología clara, saber hacer, entre otras.
Hacer política de calle siempre Las personas apreciamos la constancia. Los representados de partido y el mismo candidato habrán de hacer calle siempre, ir al mercado, dejarse ver, involucrarse en el tejido social en sus diferentes estratos, reunirse y comida con gente, relacionarse personalmente con gente de pie, con líderes de opinión, con periodistas y con otros representantes políticos. A no ser así, el descrédito de estas acciones durante la campaña serán inevitables.
En cuando a la campaña
Igual que el apartado anterior, se podrían hacer mil y un apartados inacabables de aspectos importantes. Pero los doy los 3 puntales de hierro dónde se ha de articular cualquier campaña.
Plano de acción coherente
Desde el presupuesto (€) al despliegue y tipo de medios que se utilizarán, todo habrá de caber en las líneas básicas sobre las que se aguanta la ideología del partido (coherencia). Sino, creará un efecto disonante y contradictorio que desestabilizará la fuerza necesaria que necesita toda campaña. Tener presente que los medios más potentes, desde siempre (esto no es nuevo) son los que no se pueden pagar con dinero ni controlar el tiempo. Por lo tanto, son los que se habrán de trabajar primero y con más cuidado: - el boca–oreja positivo [prescripción – recomendación] - la imagen percibida por el electorado hasta aquel momento.
Adecuar el formato como se presenta el mensaje en función de la audiencia a quien se dirige. Aquí entra un aspecto de previsión y planificación importantes desde el inicio. Escuchar y analizar las características tan de el electorado como de los opositores será clave para diseñar correctamente toda la campaña paso a paso, y especialmente el que es su síntesis, el elemento que lo resume todo: el eslogan.
Tener un mensaje definido.
Aferrarse a una o dos máximas que sinteticen y vertebren toda la filosofía a transmitir, y recordarla ampliamente con las mismas palabras, de diferentes formas y maneras. Articularlo con un discurso humilde por no agredir nunca a quien nos dirigimos o pretender (queriendo o sin querer) situarnos a bulto de ellos, puesto que siempre se debe tener en cuenta que los políticos sólo son los representados del pueblo y el electorado lo sabe.
Asumir sólo tu espacio.
No entrar en el espacio psicológico de los otras con críticas y desprecios gratuitos o justificados. La agresión física o verbal sólo interesa superficialmente a una minoría, que tampoco querría escoger a unos gobernantes amigos del insulto y el desprecio. La comunicación ha de ir adelante y nunca atrás, a los lados o diagonales.
Resumiendo, ganar unas elecciones no se hace en 15 días. Se ganan haciendo política, y yo entiendo que la política no es (o debería ser) una profesión, sino una manera de vivir la vida en servicio a los ciudadanos de un país, que llegados al momento de la elección, una campaña electoral puede ayudar a ganar a los candidatos, pero no es dónde s’han’d invertir más recursos.
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Traduzco:
Como ganar unas elecciones www.francescgrau.com
La sociedad moderna actual es muy compleja. Todos estamos sujetos a multitud de condicionantes que hacen que en el momento que nos toca escoger, lo podamos hacer de manera impulsiva o ponderada (reflexiva), en función de nuestro estado de ánimo. La manera como dirijo campañas de comunicación va mucho en línea a la manera como mí me gustan las cosas: sencillas, directas, exaltando las virtudes y las potencialidades, sin engañar sobre sus defectos o carencias. Si debemos *maquillar demasiado el producto (cruzando la línea de del engaño) corremos el peligro que una vez adquirido por el consumidor no nos lo compre más. Y esto, no va ni conmigo, ni con mi manera de trabajar Hoy los acerco un pequeño guión de como se pueden ganar unas elecciones, teniendo en cuenta el que ya los he dicho sobre la manera de escoger de las personas, y que recojo la esencia de una campaña vencedora. En contra del qué se pueda pensar sobre la pretensión de estos pautas, verán que la práctica de nuestro trabajo de comunicadores debería ser lo suficiente sencilla, pero aquí es dónde remito de nuevo a la *insondable complejidad humana que nos da trabajo.
En cuando al candidato
Podría citar multitud de calidades para la parte humanista de las elecciones: las personas. Pero sólo subrayo dos de capitales. Candidato y grupo político las habrán de cumplir si quieren que su ideología sea la más convincente.
Demostrar humanidad Proximidad, aceptar el mea culpa cuando sea necesario. Defender valores socialmente bien valorados y reconocidos respeto, sinceridad, humildad, ideología clara, saber hacer, entre otras.
Hacer política de calle siempre Las personas apreciamos la constancia. Los representados de partido y el mismo candidato habrán de hacer calle siempre, ir al mercado, dejarse ver, involucrarse en el tejido social en sus diferentes estratos, reunirse y comida con gente, relacionarse personalmente con gente de pie, con líderes de opinión, con periodistas y con otros representantes políticos. A no ser así, el descrédito de estas acciones durante la campaña serán inevitables.
(No he podido edita el comentario anterior donde le faltaba la segunda hoja. Disculpas)
Traduzco:
Como ganar unas elecciones www.francescgrau.com
La sociedad moderna actual es muy compleja. Todos estamos sujetos a multitud de condicionantes que hacen que en el momento que nos toca escoger, lo podamos hacer de manera impulsiva o ponderada (reflexiva), en función de nuestro estado de ánimo. La manera como dirijo campañas de comunicación va mucho en línea a la manera como mí me gustan las cosas: sencillas, directas, exaltando las virtudes y las potencialidades, sin engañar sobre sus defectos o carencias. Si debemos maquillar demasiado el producto (cruzando la línea de del engaño) corremos el peligro que una vez adquirido por el consumidor no nos lo compre más. Y esto, no va ni conmigo, ni con mi manera de trabajar Hoy los acerco un pequeño guión de como se pueden ganar unas elecciones, teniendo en cuenta el que ya los he dicho sobre la manera de escoger de las personas, y que recojo la esencia de una campaña vencedora. En contra del qué se pueda pensar sobre la pretensión de estas pautas, verán que la práctica de nuestro trabajo de comunicadores debería ser lo suficiente sencilla, pero aquí es dónde remito de nuevo a la insondable complejidad humana que nos da trabajo.
En cuando al candidato
Podría citar multitud de calidades para la parte humanista de las elecciones: las personas. Pero sólo subrayo dos de capitales. Candidato y grupo político las habrán de cumplir si quieren que su ideología sea la más convincente.
Demostrar humanidad Proximidad, aceptar el mea culpa cuando sea necesario. Defender valores socialmente bien valorados y reconocidos respeto, sinceridad, humildad, ideología clara, saber hacer, entre otras.
Hacer política de calle siempre Las personas apreciamos la constancia. Los representados de partido y el mismo candidato habrán de hacer calle siempre, ir al mercado, dejarse ver, involucrarse en el tejido social en sus diferentes estratos, reunirse y comida con gente, relacionarse personalmente con gente de pie, con líderes de opinión, con periodistas y con otros representantes políticos. A no ser así, el descrédito de estas acciones durante la campaña serán inevitables.
En cuando a la campaña
Igual que el apartado anterior, se podrían hacer mil y un apartados inacabables de aspectos importantes. Pero los doy los 3 puntales de hierro dónde se ha de articular cualquier campaña.
Plano de acción coherente
Desde el presupuesto (€) al despliegue y tipo de medios que se utilizarán, todo habrá de caber en las líneas básicas sobre las que se aguanta la ideología del partido (coherencia). Sino, creará un efecto disonante y contradictorio que desestabilizará la fuerza necesaria que necesita toda campaña. Tener presente que los medios más potentes, desde siempre (esto no es nuevo) son los que no se pueden pagar con dinero ni controlar el tiempo. Por lo tanto, son los que se habrán de trabajar primero y con más cuidado: - el boca–oreja positivo [prescripción – recomendación] - la imagen percibida por el electorado hasta aquel momento.
Adecuar el formato como se presenta el mensaje en función de la audiencia a quien se dirige. Aquí entra un aspecto de previsión y planificación importantes desde el inicio. Escuchar y analizar las características tan de el electorado como de los opositores será clave para diseñar correctamente toda la campaña paso a paso, y especialmente el que es su síntesis, el elemento que lo resume todo: el eslogan.
Tener un mensaje definido.
Aferrarse a una o dos máximas que sinteticen y vertebren toda la filosofía a transmitir, y recordarla ampliamente con las mismas palabras, de diferentes formas y maneras. Articularlo con un discurso humilde por no agredir nunca a quien nos dirigimos o pretender (queriendo o sin querer) situarnos a bulto de ellos, puesto que siempre se debe tener en cuenta que los políticos sólo son los representados del pueblo y el electorado lo sabe.
Asumir sólo tu espacio.
No entrar en el espacio psicológico de los otras con críticas y desprecios gratuitos o justificados. La agresión física o verbal sólo interesa superficialmente a una minoría, que tampoco querría escoger a unos gobernantes amigos del insulto y el desprecio. La comunicación ha de ir adelante y nunca atrás, a los lados o diagonales.
Resumiendo, ganar unas elecciones no se hace en 15 días. Se ganan haciendo política, y yo entiendo que la política no es (o debería ser) una profesión, sino una manera de vivir la vida en servicio a los ciudadanos de un país, que llegados al momento de la elección, una campaña electoral puede ayudar a ganar a los candidatos, pero no es dónde s’han’d invertir más recursos.
¿alguien se anima a traducirlo?
Gracias mos-fet, una buena traducción. Un abrazo!