Hace 13 años | Por ontheline a elconfidencial.com
Publicado hace 13 años por ontheline a elconfidencial.com

Lissavetzky mostró la intención débil de corregir, pero la enfermedad colectiva del odio al de enfrente sigue. La tendencia futbolística actual roba al deporte su belleza y objetivo humano. Porque hoy día, todo vale en el deporte, mejor dicho en el fútbol. Si has tenido una mala semana, te han echado del trabajo, has discutido con tu marido o con tu mujer, ya hay solución. Además, es gratis. La solución es muy sencilla. Compre una entrada para un partido de fútbol y usted podrá insultar, gritar y desear la muerte a quién quiera...

Comentarios

Wir0s

¿Un deporte orientado a crear unión y respeto? ¿Eso de donde lo sacas?

Es como la frasecita de "es que mezclar deporte y política..." Como si no hubieran ido de la mano desde el primer día (la olimpiadas originales servían básicamente para dejar de masacrarse unos días y competir "de otra manera")

Una cosa es que nadie deba ser agredido físicamente por defender otros colores, otra muy distinta que haya que ir dando saltitos y abrazándose cual teletubbies, la rivalidad es necesaria.

Al final el político correctismo nos devorara.

o

Un deporte orientado a crear unión y respeto está ahora creando odio insensato entre aficiones. En el campo, en las gradas, los bares, los periódicos... Cuándo decidirá la afición poner fin al circo? El fútbol no generaba odio... hasta que fue y se convirtió en empresa.

o

Qué es el correctismo político? Creo que no me has entendido. Vuelvo a explicarme:

Unir y respetar no anula la rivalidad. La rivalidad es natural entre dos equipos o jugadores en cualquier partido, pero los insultos y la violencia existen porque NO SE SABE RIVALIZAR DESDE EL RESPETO. El artículo lo pone de manifiesto y por eso me parece interesante.

En la historia del deporte (Disciplina educativa) se promueve la unión de culturas y el respeto entre creencias, religiones y nacionalidades. En un partido, el hombre es hombre y punto. Por eso, 400 personas rivalizando sin insultos y golpes, bien. Pero cuando salen 400 personas a gritar cosas como "moro de mierda" en un partido, en el campo o en la grada o donde sea, pues se cargan el deporte, el respeto y la rivalidad deportiva y comienza la rivalidad violenta - ésa no es necesaria.

Y bueno, deporte y política no son intrínsecos porque uno no creó al otro; uno se aprovecha de otro, unas veces para bien y otras para mal.

Respeto tu opinión. Me gustaría que respetaras la mía. Así, deportivamente