Hace 15 años | Por jeybemust a weirdbboy.com
Publicado hace 15 años por jeybemust a weirdbboy.com

La navidad es una época de reunión, fecha en la que todo el mundo intentamos ser un poco más amables y estamos más alegres, pero es entonces cuando ¡zas! ocurre algo irremediable que tira por la borda cuan pizca de alegría habita dentro de uno. No para todos es motivo de alegría y yo me sumo a ellos porque es injusto pasar una navidad solo, sin tus seres queridos. ¡Ánimo a todos!

Comentarios

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Yo pase por un dolor parecido, nunca se ha ido ni quiero que se vaya. Alégrate de haber conocido a alguien así, alégrate de estar vivo y vive como si viviera, hazle sentirse orgulloso de ti.

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Es cierto que duele, yo, que he perdido a mis dos padres se lo que es notar su ausencia y, duele mucho. Pero si les recordamos, nunca les perdemos del todo. Es cierto que en navidad, parece que se nota más su ausencia, por lo menos a mí me pasa, recuerdo cuando preparábamos los turrones con mi padre, o cuando mi segundo padre jugaba con mi hija, y adornaba la casa con ella. Me hace sentir muy triste, pero pienso que tuve una gran suerte por haberlos tenido cerca, porque me quisieran, por haber compartido unos años (aunque fueran pocos) con ellos. Y dentro de mi corazón, siempre seguirán compartiendo la navidad con nosotros.

D

A lo largo de la vida lo perdemos todo. Las personas y emociones que van entrando en nuestras vidas nunca alcanzan a llenar las ausencias de aquellos que quisimos y murieron.

Llega un momento en que ya no nos medimos mediante la vara de las expectativas sino a la luz de los propios logros. Un instante en que comprendemos que la floración ya ha pasado.

Que en adelante se crecerá de otra manera más humilde, ahondando raíces. El crecimiento ya no se confía a lo que trae el futuro sino a la lenta transformación de lo definitivamente ido.

Llega un momento en que, en vez de hacer de la vida una ofrenda al "yo", empezamos a someternos a esas fuerzas sutiles que son como las corrientes del río de la vida contra las que probamos nuestras fuerzas en expléndidos alardes juveniles.

Creo que es el momento en que nos damos cuenta de que algo en nosotros se prepara ya para aceptar la idea de la propia muerte.

Cuando éso llega, nos damos cuenta que de la misma manera que el invierno es la paradoja tras la que se oculta el perihelio el festejo con luces, risas, canciones y regalos con que introducimos a los más pequeños a las dimensiones más importantes y amables de la vida, es la paradoja tras la que se esconde el recuerdo poderoso del envejecimiento y de la muerte.

La naturaleza es sabia. (Primer corolario de principio antrópico).

damocles

Joder!! a veces me viene a la mente que mis padres algún día morirán, inclusive recreo en mi imaginación ese día en el futuro, en la velación, viendo el ataud, luego en la ceremonía de entierro, diciendo yo el discurso con un nudo en la garganta y luego llevando el ataud hasta el sitio del entierro, yo con un dolor profundo.... maldita imaginación.

Así que aprovecho para darles un enorme abrazo que ahora están vivos pero se que algún día sucederá lo que narré anteriormente.