Tal día como hoy, hace veinte años, el destino quería que una de las mejores voces de la música española, Tino Casal, nos abandonara para siempre a causa de un accidente de tráfico cerca del Puente de los Franceses en Madrid. Y decimos destino porque "Casal no tenía pensado pasar la noche en Madrid", como así explica a Vanitatis Gerardo Quintana, autor de la biografia del
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Casi tanto como Tino Casal le debía a David Bowie.
Puro carisma, un pionero, innovador, un grandísimo artista con una mejor voz del que nos queda una obra que hoy todavía suena fresca.
Vamos, como lo que abunda hoy en día...
Sinceramente no lo se. Pero desde luego Casal era un puto genio.