El descubrimiento de una nueva especie puede suponer para un científico el momento más importante de su carrera, pero algunos creen que también expone a animales raros y vulnerables al peligro de ser comerciados como mascotas salvajes, con resultados catastróficos. Es un dilema científico que ha llevado a algunos ambientalistas a cuestionar si no sería mejor ocultarle al mundo el descubrimiento.
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jornada.unam.mxSi, pero los científicos acreditados deberían poder acceder a todos esos datos, y nunca dejar de perseguir a los traficantes de animales.
Yo descubrí una nueva especie de salamandra y me la guardé en los pantalones. Maldita la hora.