La obra era “Monólogos de mujeres” de Rafael Mendizábal y en pleno proceso representativo por parte del grupo Teatro Braván el cura se puso a tocar las campanas de la iglesia como si hubiera fuego en el pueblo. Con esto logró que la gente mayor se levantara de sus asientos y se diese por terminada la función. Dice María Ángeles Rincón que, previamente, les habían solicitado los textos de la obra lo que les produjo a los organizadores de la IV semana cultural una sensación de “censura de los años 50”.
Comentarios
Vaya, una de esas en las novelas de D. Camilo me hubiese parecido gracioso, pero en la vida real me produce asco.
¿Se le podría denunciar por alarmar innecesariamente al pueblo?
#1 Seguro que ha superado los decibelios permitidos por la ley, como poco.
#9 ¿no tienes nada mejor que hacer?
Vaya geta tiene el cura, mirando por los demás.
Muy triste. Cualquier día el curilla pide que le cambién el nombre al pueblo por considerarlo
lujurioso.
Juas juas juas, me parto!!!
pero le han preguntado a María Ángeles Rincón si sabe lo que significa "censura"???
que vaya a la escuela!!!
Juas juas juas, me parto!!!
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