Hace 10 años | Por ThePopulacho a newsweek.com
Publicado hace 10 años por ThePopulacho a newsweek.com

Según la ley judía, una mujer puede negarse a aceptar el divorcio iniciado por su marido, pero sólo un marido puede iniciar y finalizar el proceso de divorcio religioso. Incluso si una mujer obtiene un divorcio civil, no se considera divorcio bajo la ley judía hasta que su marido emite un permiso. Sin él, ella se considera una "agunah", una "esposa encadenada", no puede salir o volver a casarse dentro de la comunidad religiosa en la que se crió, y los hijos que tiene con un nuevo marido se consideran ilegítimo.

Comentarios

Nitros

“Being an agunah is such a painful and shameful existence”
Lo será en tu cabeza chata. Si te tomas tan en serio tu religión, por lo menos ten la decencia de seguir sus normas y no divorciarte sin el permiso de tu marido.

Si crees que tu religión es un churro, unete al club de los que no tenemos que preocuparnos por ello.

tiopio

Son sus costumbres, como la mutilar el miembro viril a los recién nacidos varones, a ser posible de un mordisco.

Imag0

Jodidas religiones... ojalá desaparezcan todas de una puñetera vez.

v

Uno de los motivos por los cuales las religiones son una idiotez y apestan.

D

si, es denigrante, pero también es la única religión que acepta el divorcio, y éste llegó casi 3000 años antes de que fuera "norma" en occidente.

por otra parte, en la comunidades ortodoxas, la mujer puede denunciar a su marido a una cote rabínica, si este se niega a conceder el divorcio. En casos en los que el marido se niegue en rotundo, las comunidades suelen expulsarse y apartarle de la vida comunitaria para obligarle a aceptar el divorcio.