Este verano estuve un par de días en Sicilia, la guía local nos explicó algunas cosas que se nos puso el vello de punta. Allí para abrir una tiendecita de nada tienes que pedir permiso al "capo" de la zona, y luego naturalmente parte de sus ingresos va a parar a sus manos, y cualquier otra actividad sea cultural o económica tiene que ser con la complacencia de los capos sicilianos.
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Este verano estuve un par de días en Sicilia, la guía local nos explicó algunas cosas que se nos puso el vello de punta. Allí para abrir una tiendecita de nada tienes que pedir permiso al "capo" de la zona, y luego naturalmente parte de sus ingresos va a parar a sus manos, y cualquier otra actividad sea cultural o económica tiene que ser con la complacencia de los capos sicilianos.
Qué huevazos y qué estupidez plantarle cara a la cosa nostra y además en solitario, sin el apoyo del resto de empresarios de la zona...
Mi apoyo total a este pobre hombre!