Hace 12 años | Por debunker a blogs.elcorreo.com
Publicado hace 12 años por debunker a blogs.elcorreo.com

Itziar Lezamiz, presidenta de los homeópatas vizcaínos, publicó hace unos días, en las páginas de Opinión de El Correo, una encendida defensa de esa pseudoterapia tan llena de medias verdades y falsedades como vacía de evidencia científica. Información sesgada para atraer incautos al negocio de la venta de pastillas de azúcar a precio de oro, que es de lo que en el fondo se trata cuando hablamos de homeopatía.

Comentarios

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En mi opinión debería ser delito que haya "profesionales" que se lucren vendiendo azúcar como si fuese una medicina a enfermos que dejan de seguir el tratamiento que necesitan.
Y también tiene narices que la gente se siga creyendo en la magia cuando se trata de su salud.

susa

Hoy en día la gente que no tiene contacto con los temas científicos, ya pasada la etapa del colegio hace tiempo, sufre un bombardeo continuo de publicidad sobre las bondades de estos productos y otros similares. Los homeópatas y magufos han encontrado otra forma de venderse y es utilizar lenguaje científico, terminología de física, de química, sumada a la de medicina. El común de los mortales les hablas de energía positiva y negativa, y de la magnetización del agua o su memoria y quedan totalmente indefensos, pues no tienen ni idea de lo que significam y sonar, suena muy técnico. A esto hay que sumar los estudios clínicos sesgados, inventados o inexistentes. Y el resultado es que cada vez hay más gente que cree en el Chi, en la memoria del agua, y en que al tocarte un dedo te están curando un dolor de cabeza o lo que toque. Cada vez son más, la sociedad se hace ignorante, y el discurso cala. Yo también creo que debería ser delito. Es mentir, es un fraude, es timar, es cobrar por tratamientos que no funcionan.

Aitor

No es que lo creamos, debería ser delito con total seguridad en tanto en cuanto es un atentado a la salud pública, igual que otras "medicinas alternativas". Aunque a decir verdad, también deberían estar penados los adeptos al movimiento antivacunación, esos más incluso porque generan potencialmente un problema para todos no sólo para ellos. Al fin y al cabo en el primer caso es problema de cada uno lo que haga con su cuerpo y su salud.