Hace 15 años | Por Ander46 a elpais.com
Publicado hace 15 años por Ander46 a elpais.com

Se sobrentiende: hace tiempo que han sido expulsados de las calles de las grandes urbes. La ciudad no acaba de llevarse bien con los niños. Más aún: le estorban. Ellos han aprendido la lección y desertan de las avenidas surcadas de tráfico. Aunque tienen sus islas, sus pequeños trozos de asfalto al abrigo de coches. Los padres asumen el veto y saben que sus hijos sólo pueden salir con adultos. Pocos son los que van solos al parque o por el barrio antes de los 12 años, o como mucho a los 10.

Comentarios

Alexxx

Lo acabo de leer, y creo que está algo exagerado, si a algún niño le ocurre, la culpa no la tiene la ciudad, en todo caso lo tienen los padres y su excesiva protección, los nacidos a mediados de los 80 hace 10 años salían, jugaban en el parque y demás historias, ¿alguien se cree que las ciudades hayan cambiado? Y si lo han hecho, tampoco será un cambio radical, que hace 10 años también había coches, lo que pasa que ahora hay un nuevo factor que antes no había, el de las nuevas tecnologías pero que con una buena educación tampoco debería influir mucho
Como ya digo el problema está en la poca confianza de los padres en sus hijos, yo que tengo casi 18 años, a los 8 ya tenía llaves de casa, y compraba el pan, los huevos o lo que hiciera falta, iba al colegio solo (la típica ruta con los de clase), y me pasaba un montón de tardes en casa de un amigo, e incluso algunas veces llegaba a mi casa a las ocho y media o nueve, en invierno, de noche y tal, y no me secuestraron ni nada por el estilo, alguno vivirá en una peli, porque vamos...
Y más cosas que no tengo ya ganas de contar...

kamandula

Tristemente somos la última generación que jugará al escondite en la calle...

Ander46

Interesante lectura, ademas de ver que lo que el articulo explica es realmente asi.

D

Odio los coches. Contaminan, matan, mutilan, son ruidosos, estresan, consumen mucho, acaparan casi todo el suelo...
Y también expulsan a los niños. Y a los ancianos que no saben cruzar las calles, bien sea porque están algo mal de la cabeza, son duros de oído, etc. Y a los discapacitados.
Menos coches, más bicicletas y transporte público.

D

Puñeteramente cierto, entre coches y grillados la calle no es la calle ni la plaza la plaza. La calle debería ser nuestra de verdad!

D

El contraste entre la autonomía que tiene un niño de un pueblo pequeño con uno de una gran ciudad, es bestial.

PepeMiaja

Totalmente de acuerdo con #4 y #5.