Bobby Jindal, gobernador de Louisiana, firmó hoy una de las leyes más controversiales de su mandato, permitiendo a personas calificadas para portar armas de fuego el llevarlas a iglesias, mezquitas o sinagogas, si son parte de un equipo de seguridad. La ley aplica para todas las religiones por igual, y requiere que los responsables de los lugares de culto donde suceda avisen a sus feligreses de la presencia de personas armadas, y que éstas últimas tomen ocho horas de entrenamiento al año.
Comentarios
Justamente a los centros religiosos, los mayores generadores de odio del mundo (y más en el sur estadounidense)
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#2 En castellano:
Se va a montar la de Dios es Cristo