El golfista murió el pasado 7 de mayo dejando, aparentemente, todos los cabos sueltos de su herencia bien atados en sus últimas voluntades.Ahora, diez meses después, sus hijos mayores, Javier, de 22 años, y Miguel, de 20, se encuentran pleiteando en los tribunales por el contenido del testamento, con el que están en desacuerdo. A pesar de que los hijos recibieron el 90% de la herencia, quieren recuperar los derechos de imagen del jugador que este dejo a la Fundación que gestiona su sobrino Iván.
Comentarios
De todo menos amistosa debió ser su divorcio para poner en el testamento la prohibición de que su ex mujer entrase después de muerto en su casa.
Teniendo en cuenta quien es el abuelo de las criaturitas me lo creo todo.
Para los Botín todo despojo es botín.