Hace 16 años | Por Elorrieta a rabilow.com
Publicado hace 16 años por Elorrieta a rabilow.com

Artículo de opinión en el que se denuncia la doble moral de una sociedad que exige la retirada de campañas publicitarias por reflejar lo que está al cabo de la calle. El artículo está inspirado en los intentos de retirada de la última campaña de Ryanair en la que aparecía una modelo vestida de colegiala.

Comentarios

E

Humor, censura y vueltas al “cole”

Ya estamos de nuevo. La ASA (Advertising Standars Authority) exige la retirada de la última campaña de la compañía aérea Ryanair. El motivo: un anuncio en el que sobre el lema “Back to school fares” (Regresan las tarifas escolares) aparece la foto de una modelo vestida de colegiala.

Ryanair nunca se ha caracterizado por la sutileza en sus diferentes campañas. Algo me hace sospechar que la compañía aérea ha decidido abonarse a la provocación. Y que las invectivas que recibe durante estos días son percibidas como el éxito de una campaña publicitaria en toda regla. Su lista de escándalos es constante; no hace un mes todos los medios se hacían eco (gratuitamente) de la polémica de un calendario compuesto con imágenes de azafatas de la compañía. En este país, fue obligada a retirar una campaña que mostraba la imagen del presidente Zapatero y su última publicidad en Francia se sirve del romance entre Sarkozy y Carla Bruni. Se puede opinar sobre la tosquedad de su creatividad, pero de ahí a censurar sus campañas hay un salto cualitativo inadmisible. Desde luego, que sería deseable que los responsables de la publicidad tuvieran más ingenio y mejor gusto, pero sus campañas no incurren en delito alguno y la pretendida penalización no responde sino a la doble moral de una sociedad que no se atreve a mirarse en el espejo.

En este último caso, la crítica a la vestimenta de la modelo me parece propia de personas muy alejadas de la sociedad. Uno de los fenómenos que ha emergido con fuerza en las últimas décadas es el de la sexualización de la infancia. Las niñas ya no quieren ser princesas sino menear el vientre como Shakira y ellos han cambiado los discos de Teresa Rabal por los tórridos vídeos de Natalia. El fenómeno es complejo y no es este el foro donde tratarlo. Pero el cambio de roles ha invadido el mundo adulto: las school partys (bacanales donde era imprescindible acudir vestido de colegial) fueron la sensación hace un par de temporadas en las discotecas más punteras Londres, los espectáculos de Rebelde Way abarrotan las salas de conciertos y series como El internado aprovechan el tirón comercial de este tipo de imágenes. Es evidentemente que la modelo de la campaña no es una menor, entonces ¿dónde está el delito? De haberlo, el debate debería conducirse hacia qué clase de sociedad queremos, pero no intentar linchar a una compañía particular por algo que está al cabo de la calle.

D

Buen articulo.

La doble moral de algunos que se escandaliza por cosas asi y no porque los niños vean tanta telebasura

D

Bueno, después de leerte #1, no me queda nada que añadir, salvo bravo