Cabe tener en cuenta que no todo el ADN se asemeja a la conocida escalera retorcida. A veces, partes de nuestro código genético se pliegan en formas inusuales. Una de estas estructuras, el G-cuádruplex (G4), se asemeja a un nudo. Estos nudos pueden desempeñar un papel importante en la activación o desactivación de genes. Pero si no se desenredan a tiempo, pueden dañar nuestro genoma.
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