[c+p] "La junta municipal integrada totalmente por varones rompió las boletas emitidas en su favor en las elecciones del [pasado] 4 de noviembre alegando que, como mujer, no era ciudadano del pueblo. «Esa es la costumbre aquí, que solamente voten los ciudadanos y no las mujeres», dijo Valeriano López, el vicealcalde." Desde entonces, Eufrosina Cruz ha comenzado una difícil lucha contra las costumbres establecidas (muchas de ellas heredadas de los tiempos coloniales) y contra la desigualdad... Una pequeña-gran historia.
Comentarios
#2 Los cambios efectivos son los que se hacen "desde dentro", como en este caso. Desde fuera siempre son imposiciones que, frecuentemente, esconden intereses escasamente relacionados con la ética...
Pero vaya una ONG a cambiar esas situaciones y dirán que están atacando su cultura.
Se deben poner límites a las culturas y religiones: conjunto de costumbres autoctonas que NO deben violar los derechos humanos. Costumbre que segregue, discrimine (sea positivo o negativo) a un grupo debe considerarse ilegal.
Otro ejemplo del retraso ético en algunas latitides (pero que nadie saque pecho, en todos los lugares se cuecen habas...)
Historia digna de ser alabada