Hace 12 años | Por TenienteDan a eleconomista.es
Publicado hace 12 años por TenienteDan a eleconomista.es

Tres décadas después de que China implementara la norma que exige a los fabricantes de automóvil extranjeros la formación de una joint-venture (alianza empresarial) con una compañía local a la hora de desembarcar en el país, los resultados arrojan una doble perspectiva: ciertamente, ha creado millones de empleos y ha atraído poderosas inversiones al mercado chino, pero al mismo tiempo ha hecho un flaco favor a la consecución del objetivo final de dicha norma: la construcción de fuertes marcas locales.

Comentarios

D

Es cuestión tiempo, Corea (del sur) también estaba colonizada por las marcas japonesas, hasta que empezaron a fabricar sus propios coches y motos. Ahora son una potencia con sus propias insignias.

crycom

Por una vez que le sale mal, con los móviles si les ha salido bien, con la ropa también.

keren

Es que las empresas extranjeras empiezan a espabilar. Una cosa es llevarte la producción a China y otra es regalarles (sí, regalarles) tus métodos industriales y tu know-how para que te hagan la competencia.
Que ya les vale...

t

El mercado automovilístico además es peliagudo para los chinos, porque tiene una normativa de seguridad muy estricta. Si haces una TV chapucera y la vendes por dos duros, no pasa nada, como mucho se romperá. Pero por un coche chapucero se muere la gente, y eso aquí no se permite.