Hace 15 años | Por iken a farodevigo.es
Publicado hace 15 años por iken a farodevigo.es

La Ría de Vigo es una fuente inagotable de restos arqueológicos. El último hallazgo se sitúa en los alrededores del faro de A Borneira (Cangas). Buceadores han localizado a muy poca profundidad la mayor concentración de cañones de la que se tiene constancia en Galicia: 18 piezas de artillería, fabricadas en hierro y 1.000 kilos de peso cada una. Los arqueólogos creen que los restos pertenecen al navío francés Herminie, datado en 1762, cuando en España reinaba Carlos III.

Comentarios

iken

C&P: “Lo que hay ahí abajo es alucinante”, relata David Santos. A los buzos lo que más le llama la atención es que todo este material permaneciese siglos tan cerca de tierra y a una profundidad máxima de nueve metros. A esta cota y con aguas claras, los restos podrían ser observados desde cualquier embarcación.

kumo

Pero podemos rescatarlos o no? Como no dejan de ser franceses...

iramosjan

#3 Al contrario que los de bronce, los cañones de hierro no aguantan bien bajo el agua. Después de 240 años, lo que queda es practicamente una masa de óxido (el bronce queda cubierto por una capa de óxido, pero esa capa protege el núcleo del objeto)

En cuanto a por qué los dejaron allí, era difícil sacar del mar algo tan pesado y los cañones eran relativamente baratos, al fin y al cabo no eran más que tubos de metal. De hecho, la marina española tenía dos juegos de grandes cañones para los navíos grandes, uno "ligero" de 24 libras para tiempos de paz y otro pesado de 36 libras para tiempos de guerra.

kumo

#4 Gracias por la info. Yo lo decía por aquello de que si se van a quedar ahí, casi que me da igual que los hayan descubierto. Solo algunos podrán verlos, si bucean. Y si los queremos rescatar, pues es material de origen francés... Podríamos o sería otro Odissey?

Para mi no es lo mismo un descubrimiento histórico arqueológico en tierra firma que normalmente permanece inmutable casi siempre. Que uno en el mar que acaba asimilando todo hasta hacerlo irreconocible y sin valor histórico alguno, puesto que ya no puede decirnos nada o casi, de su época.