Comprendí que sería un Pepito Grillo en mi partido. Ya no encajaba. Ocurrió un hecho con un colaborador [el caso Aycart, un supuesto episodio de corrupción] que no me gustó nada. Lo concreto y el tono difuso general hicieron que entendiera que estaba mejor en casa y me fui. No tiene mayor importancia.
#7:
#1 Creo que ha sido una forma fina de decir 'tripas', 'aguante', o 'tragaderas'. La gente válida, para mantenerse en política, necesita tener muchas tragaderas, y hay bastantes ejemplos de gente que se ha salido precisamente porque no tenía esa resistencia a los bajonazos, la falta de apoyo, el te te cuelen delante al lameculos de turno...
#4 La política de partidos es un darwinismo del más leal. Aunque sea un patán. Los válidos, que aportan ideas y trabajo, pero que no van a ser seguidistas del jefe, son apartados de manera sistemática.
#2:
Creo que Pimentel es un buen ejemplo que demuestra que entre posturas políticas diferentes y extremas, hay muchos grises.
Dimitió como ministro por que la ley migratoria, que consiguio el apoyo unánime de todos los partidos, fue echada abajo por Aznar. Y dimitió del PP porque no entendía como se defendía una guerra por "armas de destrucción masiva" que los expertos de la ONU aseguraron que no habia.
Me quito el sombrero. Si la derecha que representa este hombre se presentara a las elecciones yo sería el primer "progresista" en votarle.
También estaba Josep Piqué que tuvo que dimitir cansado de tantos golpes bajos que le dieron desde la dirección de su propio partido. Ya lo dice #9 son gente como ellos los que hacen falta al mando del PP.
#9, #10: Este es el problema de la derecha española. El PP abarca desde liberales y cristianodemocratas hasta nacional-católicos nostalgicos del franquismo. Y no hace falta decir de que lado se inclina la balança del poder.
#3 a mí me pasa igual. Probablemente por eso que se tuvo que ir... qué triste.
C&P:
Nuestro Parlamento es una mesa camilla, de dos o tres señores, los demás son figurantes. A veces se equivocan de voto y los empapelan; en fin, muy triste. En la transición hacían falta partidos, y se les dio una serie de leyes hiperproteccionistas. Deberíamos aliviar esa hiperprotección.
Con lo que demuestra que los que sigen en política no tienen ni ética ni nada, sólo un bolsillo que llenar de la manera más fácil.
Siempre que hablaba sobre las listas abiertas ponía a este señor como ejemplo de alguien que votaría dentro de un partido que nunca votaría.
#1 Creo que ha sido una forma fina de decir 'tripas', 'aguante', o 'tragaderas'. La gente válida, para mantenerse en política, necesita tener muchas tragaderas, y hay bastantes ejemplos de gente que se ha salido precisamente porque no tenía esa resistencia a los bajonazos, la falta de apoyo, el te te cuelen delante al lameculos de turno...
#4 La política de partidos es un darwinismo del más leal. Aunque sea un patán. Los válidos, que aportan ideas y trabajo, pero que no van a ser seguidistas del jefe, son apartados de manera sistemática.
Pardiez, no soy para nada del PP, pero ¡por favor, que vuelva!.
Un político que dimite, que reconoce errores de su propio gobierno, y méritos del otro. De esos no quedan.
En línea con #7, creo que lo que quiere decir es que es demasiado decente para la política.
Comentarios
Creo que Pimentel es un buen ejemplo que demuestra que entre posturas políticas diferentes y extremas, hay muchos grises.
Dimitió como ministro por que la ley migratoria, que consiguio el apoyo unánime de todos los partidos, fue echada abajo por Aznar. Y dimitió del PP porque no entendía como se defendía una guerra por "armas de destrucción masiva" que los expertos de la ONU aseguraron que no habia.
Me quito el sombrero. Si la derecha que representa este hombre se presentara a las elecciones yo sería el primer "progresista" en votarle.
También estaba Josep Piqué que tuvo que dimitir cansado de tantos golpes bajos que le dieron desde la dirección de su propio partido. Ya lo dice #9 son gente como ellos los que hacen falta al mando del PP.
#9, #10: Este es el problema de la derecha española. El PP abarca desde liberales y cristianodemocratas hasta nacional-católicos nostalgicos del franquismo. Y no hace falta decir de que lado se inclina la balança del poder.
Uno de los pocos (ex)políticos que me cae bien...
#3 a mí me pasa igual. Probablemente por eso que se tuvo que ir... qué triste.
C&P:
Nuestro Parlamento es una mesa camilla, de dos o tres señores, los demás son figurantes. A veces se equivocan de voto y los empapelan; en fin, muy triste. En la transición hacían falta partidos, y se les dio una serie de leyes hiperproteccionistas. Deberíamos aliviar esa hiperprotección.
Con lo que demuestra que los que sigen en política no tienen ni ética ni nada, sólo un bolsillo que llenar de la manera más fácil.
Siempre que hablaba sobre las listas abiertas ponía a este señor como ejemplo de alguien que votaría dentro de un partido que nunca votaría.
#1 Creo que ha sido una forma fina de decir 'tripas', 'aguante', o 'tragaderas'. La gente válida, para mantenerse en política, necesita tener muchas tragaderas, y hay bastantes ejemplos de gente que se ha salido precisamente porque no tenía esa resistencia a los bajonazos, la falta de apoyo, el te te cuelen delante al lameculos de turno...
#4 La política de partidos es un darwinismo del más leal. Aunque sea un patán. Los válidos, que aportan ideas y trabajo, pero que no van a ser seguidistas del jefe, son apartados de manera sistemática.
Pardiez, no soy para nada del PP, pero ¡por favor, que vuelva!.
Un político que dimite, que reconoce errores de su propio gobierno, y méritos del otro. De esos no quedan.
En línea con #7, creo que lo que quiere decir es que es demasiado decente para la política.
De hecho, creo que Pimentel es de las pocas personas con talento para la política
Este hombre se asomó a la política de este país y le debieron dar tales arcadas que no quiso volver...
¿Y quién ha dicho que haga falta talento para vivir de la "politica"?