Si medidas como éstas se extendieran en España sería curioso ver cómo se las ingenian Arturo Valls y compañía en la conocida serie de televisión. En Italia, la fábrica de Ducati Energia ha instalado en las máquinas expendedoras de café un cronómetro mediante el cual permite su funcionamiento sólo durante los 10 minutos que dura la pausa para sus trabajadores. Ni uno más, ni uno menos. Una vez pasado el tiempo, ésta se apaga y no sirve más. Algo que ha provocado las quejas de los empleados, ya que son 300 y no pueden llegar a tiempo.
Comentarios
joputas!!!
Pues yo creo que ese tipo de medidas crean un mal ambiente en la empresa que hace que los trabajadores rindan menos. Es lo mismo que el sueldo, es aquello de "para qué me voy a matar, ¡para lo que me pagan!" pues ahora aplicado a "para qué me voy a matar, ¡para lo mal que me tratan!". Que sí, que tampoco está bien estar 2 horas tomando el café, pero...
Ah, y por cierto, que entiendo a los trabajadores, con lo que tardan algunas de esas máquinas en sacar el café en 10 minutos ni de coña da tiempo a sacar 300 cafés.
Como si alargar la pausa dependiera de que haya café.
En 10 minutos un café cada 20 segundos igual a 30 cafés.
No me extraña que haya crisis... Cada vez más empresas se autoeliminan con acciones como estas (Que las hay peores)
La máquina se apaga pasados 10 minutos.
¿A que estamos, a vender café o a salir en las noticias?
Al final nos pondran cronómetro en el water. Big brother.
Quien haya inventado esto es que ha visto mucho "Camera Café".
Y porque no fustigan ya directamente a los trabajadores. Tiranos.
Eso de la productividad está muy bien, pero la inflexibilidad en plan japonés no me convence. No me gustan los horarios marcados al segundo. Lo único que logra es eso, trabajadores descontentos.
300 trabajadores => 300 cafés en 10 minutos. Por mucho Ducatti no hay manera, ni aunque fuera Honda
![:lol: lol](https://cdn.mnmstatic.net/v_149/img/menemojis/36/lol.gif)
[mode chiste pésimo off]
Ya que se cita a la serie de televisión, recuerdo un capítulo donde pasaba exactamente lo mismo. La fiebre del reloj la llevaban hasta los retretes y es el propio Arturo Vals quien el final se venga a su manera; con un bonito laxante.
Pues nada, en lugar de los 10 minutos de la máquina de café habrá que bajar al bar media horita.
a tirar de termo otra vez