Son bellas, muy bellas, pero también serenas, comprensivas, sensatas, y sobre todo, endiabladamente seductoras, a pesar de sus incipientes patas de gallo o de esa afectuosa celulitis que capitanea sus muslos, pero que las hace tan humanas, tan reales. Hermosamente reales. Herederas de la “revolución sexual” de la década de los 60 y de las corrientes feministas que, sin embargo recibieron pasadas por varios filtros, ellas supieron combinar libertad con coquetería, emancipación con pasión, reivindicación con seducción.
Comentarios
Madre mia , yo nunca dude de que las mujeres de mas de 40 pudiesen ser bellas (ole Mrs Robinson!) pero con lo de las patas de gallo y la celulitis a alguna de las que lean esto les va a saber tu post a bofeton jajaja .
Aun asi es un articulo bonito. Meneo.
Que bonita forma de generalizar hasta el estereotipo menos localizable en España.
> ¿A qué mujer no le gustaría que le dijeran estas cosas cuando llegara a los cuarenta? ¡a mí me encantaría!
¡cómo es el copy&paste!...a mi también..wappa!