Tres cebras que habitaban en lo que algún día fue el zoológico privado más grande del mundo, propiedad del magnate William Randolph Hearst, escaparon el cinco de enero y vagaron hasta parar en el rancho ganadero de David Fiscalini. Al avistarlas, el hombre y un vecino decidieron dispararles. La controversia creció cuando se supo que Fiscalini había llamado a un taxidermista para que hiciera dos alfombras de la piel de las cebras, una para él y una para su vecino.
Comentarios
Stephen manifestó su sorpresa ante la forma de actuar de Fiscalini, quien en vez de llamar o avisar decidió matar a los animales. Primero dispara, luego pregunta. Charlton Heston dixit.
Las cebras son suyas y se las...."cepilla" cuando quiere.
Vote la noticia solo porque me hizo reir
Ni me interesa de quien eran , si es legal o no
Y mucho menos las noticias de un periodico que copia y pega noticias de otro periodico...