Con su tienda de intercambio de cromos, de vendedor de chuches, de pionero de ayudas a ONG, ha sido un referente para muchísimos niños -hoy adultos- de Madrid. Y nos dijo: «Pasé mi juventud luchando para la posguerra fuera más llevadera. Para que los niños no sufrieran tanto y fueran felices en aquellos tiempos de horror y tragedia». Y Pirulo, agarraba allá por los años cuarenta del siglo pasado su mesita y se colocaba junto al Retiro. Cromo va, cromo viene. De Bambi, Rin-tin-tin, Tarzán de los monos, de vikingos, del Capitán Trueno...
Comentarios
Lo siento, la ví y no tuve más remedio que menearla. Le conocí en su tienda, al lado del metro de Ibiza, y merece un recuerdo.
Yo he oido su historia en la tele hace un rato. No lo conocía, pero me ha emocionado. Descanse en paz, los niños madrileños del pasado y el presente llorarán por su pérdida, y los del futuro, por no haberle conocido.
Edito: No sé por qué alguien puede votarla irrelevante. Lo sería si en el mundo abundara gente como el Pirulo, pero por desgracia no es así.
Se va un auténtico mito de Madrid. DEP