La pasión por el mercado de productos 'halal', esto es, fabricados de acorde a los preceptos islámicos, ya alcanza el trillón de dólares de beneficio global. El último terreno conquistado por esta forma de negocio ha sido los lechos de los musulmanes o cualquier otro lugar que ellos elijan para practicar sexo. Eso sí, puro. Libre de toda mácula. Por eso la página de autoría turca www.helalsexshop.com no comercializa consoladores ni otras herramientas de masturbación [en el islam no está permitida la masturbación aunque sí recibir todo tipo...
Comentarios
Será para halal-sela?
¡Ea! oxímoron árabe al canto.
Supongo que el becario ha copiado la noticia y ha entendido que billion y billón es lo mismo en ingles y en español...
Tiene huevos que la religión se meta hasta ahí. Lo que hay que ver.