Debo volver a cruzar la frontera pronto, ya que los militares se están poniendo cada día más pesados incluso con los extranjeros por el tema del cólera... Cada día tengo a más gente en la puerta de casa, ofreciéndome a sus hijos... me dicen orgullosas que sus hijos son buenos trabajadores y que sus hijos ya no se hacen ni pis ni cacas... son incapaces de darles de comer, así que te los regalan... A uno le falta la parte superior de la oreja, otro tiene la mano inmóvil... suplen sus carencias emocionales haciéndonos mínimas donaciones de cemento
Comentarios
Si yo que pensé que esto de haití, ya lo teníamos superado, me imaginaba que estábamos entrando en otro galaxia.
Con la de dinero que se gasta en tontadas y que se podría invertir en pagar salarios para que profesionales trabajasen allí durante años para ir reconstruyendo y ayudando a esa pobre gente. Yo no sé qué futuro veo a Haití, pero no es muy bueno.
siempre hay quien se enriquece con la miseria de otros. por eso funciona asi.