Los expertos recomiendan no esperar a la adolescencia para tratar el tema. Leer libros de educación sexual de otros países como Finlandia, donde no es una asignatura pendiente, puede resultar muy útil para los padres.
Queramos o no en España seguimos siendo muy moralistas, y por ejemplo si hablásemos de sexo con niños de 10-12 años, por ejemplo sobre el tema de la masturbación y más con los documentales que hay en otros países. Se armaría un pitoste de la leche.
Lo peor de no educarlos los padres, es que de una u otra forma van acabar por encontrar la información. Realmente lo peor es cuando los adolescentes pueden darle lecciones a sus padres.
Porque cada vez que se intenta introducir educación sexual en las escuelas los fachas ponen el grito en el cielo, distorsionan lo que los libros dicen para hacernos creer que les enseñan a hacer mamadas a niñas de 12 años y empiezan a gritar como locos.
Por eso y porque, por desgracia, somos un país de tradición católica.
Comentarios
Porque si no son los tuyos, eres un pedestrian
#3 ¿Ahora se les llama peatones a ésos, o me he perdido la ironía?
#3 ...lo correcto es pedófilo Señor Kowalsski, pedófilo...
Queramos o no en España seguimos siendo muy moralistas, y por ejemplo si hablásemos de sexo con niños de 10-12 años, por ejemplo sobre el tema de la masturbación y más con los documentales que hay en otros países. Se armaría un pitoste de la leche.
Lo peor de no educarlos los padres, es que de una u otra forma van acabar por encontrar la información. Realmente lo peor es cuando los adolescentes pueden darle lecciones a sus padres.
Salu2
Dios, cuidado con ese titular, hasta que leí la entradilla mi psique se estaba preparando para las estacas y las antorchas
#1 Si no salen curas... no hay problemas
Saludos
Porque cada vez que se intenta introducir educación sexual en las escuelas los fachas ponen el grito en el cielo, distorsionan lo que los libros dicen para hacernos creer que les enseñan a hacer mamadas a niñas de 12 años y empiezan a gritar como locos.
Por eso y porque, por desgracia, somos un país de tradición católica.