Durante un salto, este paracaidista se olvida de abrochar el paracaídas, inhibiendo así la possibilidad de abrirlo. Finalmente a pocos metros de la llegada, consigue abrirlo y aterrizar atropelladamente, convirtiéndose en un superviviente de un intenso momento de crisis.
Comentarios
Si hay alguna actividad en la que hacer un chech-list es importante, esta me parece una seria candidata.
También es mala suerte perder el premio Darwin de esa manera, por unos metros.
Cualquier día sale de casa sin abrocharse los pantalones.
Para lo que le quedaba, podía haberse ahorrado el trabajo.