Las entidades financieras, protagonistas indirectas y en la sombra, a las que también afectarían de manera sustancial las consecuencias que pueda implicar un recorte en las primas a la producción -se ha anunciado un 30% para fotovoltaica- y su carácter retroactivo. Por este motivo, el pasado lunes 14 de junio, el presidente de la patronal bancaria, remitió una carta al ministro Industria, para trasladarle de manera oficial la preocupación existente entre sus asociados, que temen una oleada de ejecuciones de huertos solares.
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Casi todos los proyectos solares se realizan mediante la formula "Project Finance". Esto significa que la garantía es la sociedad vehículo propiedad de los activos renovables. Si esta sociedad no puede pagar, en el caso del project finance, el banco se queda la sociedad (es decir la planta) y se acabó.
Este tipo de créditos solo se dan cuando se sabe a ciencia cierta la producción de un proyecto (en este caso en una planta renovable es muy fácil predecir la producción anual) cuanto se cobrará (fijado por ley), la garantía de que ello sea así (en España del estado) y con un riesgo tecnologico nulo (en este caso los bancos consideran que tecnologías como la eólica o la fotovoltaica tienen un riesgo tecnológico de cero). Por tanto se da porque hay la garantía del estado que se considera máxima a unos pagos en función de la producciíón.
En este caso el estado pretende cambiar a mitad de la partida, con lo cual no solo tendremos las consecuencias de lo anterior, sino que ningún banco considerará ya nunca más la garantía del estado español como una garantía máxima. Eso influirá en todo y más allá de las renovables aumentando el riesgo aparente del estado (por poco serio, el solo hecho de plantearse cosas que nunca se debieran plantear ya lo hace) y por tanto los intereses de todo lo que pida el estado (mayor riesgo) que al final pagaremos nosotros.
Imaginen que el dia de mañana alguien monta una nuclear, una empresa privada pero con una serie de garantías del estado, o simplemente una ley que garantiza unos ingresos a esta planta. Nadie va a tomar en serio ese plan de negocios de la empresa provada, porque el gobierno español ya ha demostrado que considera (esperemos que no lo haga) cambiar reglas a la mitad de la partida (inseguridad jurídica).
#1 Tienes toda la razón. Y además las cambia con efecto retroactivo. Que no digo que las condiciones se fijen en piedra con independencia de cómo esté el mercado, pero no se pueden ir dando estos bandazos que afectan no sólo a inversiones futuras, si no a las ya realizadas.
Y ya cuando detrás de todo esto resulta que se están cambiando las reglas de juego de todo el país para proteger los intereses particulares de determinadas empresas que, según el propio Sebastián, hicieron una apuesta por el gas que no estuvo del todo bien planificada, ya es para apagar e irse.
Hmmmm. Si los bancos están en contra del recorte, entonces debe de ser bueno para nosotros, ¿no?
Cambiar las reglas a mitad de la partida lo han hecho en más ocasiones.