Hola, amigos y amigas, estoy muy triste. Mi trabajo de aporreateclas parece que no sirve para nada en este mundo actual, si las editoriales son mezquinas, si las productoras viven de las ayudas estatales y si todo este mundo vive de segundos publicados en tik-tok... pues todo lo que he aprendido a mis canas sirve de poco. De nada. He trabajo en publicidad muchos años, he trabajado escribiendo textos para iletrados presentadores de televisión, he escrito entrevistas para que otros iletrados fingieran saber mucho, he hecho casi de todo, pero en estos años (muchas canas) ando triste. Supongo que con 70 años me podré jubilar, pero... ¿y todo lo que he hecho en este mundillo? Para nada importa. Comencé trabajando en el mundo del cómic, hasta que quebró en los 80 y aquí estoy.
Siento mucha pena, no sólo por mí (que sí) sino por el futuro. Y no, soy de esos que no figuran en los créditos, os recuerdo que existe gente que escribe, de nuevo nuevos diálogos a las series que véis, lo siento, a veces soy yo, y muchas veces no hay arreglo, no figuro en ninguna parte (ni quiero) pero me siento triste de la evolución de todo el audiovisual no sólo español, sino europeo.
Después de que el médico me comunicase que el cáncer sólo me ofrecía unos 6 meses de mala vida, decidí ahorcarme en un pinar por donde siempre paseaba. Lo último que recuerdo de mi vida humana es una sensación corta pero indescriptiblemente dolorosa, tras la cual todo se volvió negro. Entonces desperté en aquella cabina de cristal. Cuando se abrió, encontré a un ser cuyo aspecto me recordaba a Shiva, la diosa hindú, salvo porque su cara se asemejaba a la de una tarántula sin mandíbulas y levitaba sobre una multitud de tentáculos que sustituían lo que deberían ser sus piernas. Al incorporarme, descubrí que yo era como él. Inmediatamente me habló:
-Bienvenido a tu edad adulta Pqnw. Pronto el ordenador nos dará tus resultados y se te asignará un lugar en nuestra sociedad de acuerdo con tus aptitudes.
-¿Pqnw? ¿Quién soy y dónde estoy?
-La amnesia aún durará un poco. Has estado menos de un sol dentro de la máquina, pero para ti son como 25000 soles. Pronto recordarás quién eres y tu vida real. Aunque los recuerdos de tu avatar te acompañarán siempre.
-Todo lo vivido hasta ahora...¿no era real?
-No. Nuestra civilización lleva miles de soles usando este programa para organizarnos con la máxima eficiencia. Recreamos la vida en un planeta llamado Tierra, extinguido hace millones de soles. Te introducimos en él dándote un avatar aleatorio, y el algoritmo analiza tus pasos a través de tu vida allí. Todo es irreal: la gente con quien interactúas, acontecimientos, guerras, avances tecnológicos, crisis políticas...y está ideado para conocer tus puntos fuertes y débiles a todos los niveles, desde la fortaleza de carácter a la inteligencia, pasando por la ética, el compromiso con tu gente, la capacidad de sufrimiento o la iniciativa. Y...acabo de ver que ya están tus resultados.
-Supongo que seré penalizado por haber abandonado el programa antes de tiempo.
-Al contrario, has mostrado pragmatismo, mente analítica y cierto valor al identificar el momento a partir del cual la vida no podía ofrecerte nada salvo dolor, y atreverte a saltar al vacío. Teniendo en cuenta el resto de tus interacciones durante la prueba, te hemos asignado un puesto de comandante-ingeniero en nuestra colonia espacial L-2381-SQ. Bienvenido al primer día del resto de tu vida tras este breve paréntesis.
menéame