Sobre cómo la religión utiliza términos científicos para explicar las chorradas más grandes. En el capítulo de hoy: el acortamiento de los telómeros en la replicación del ADN confirma que Noé vivió (de verdad de la buena) más de 600 años.
No sé qué manía tienen las religiones (o algunos de sus sectarios) de intentar buscar explicaciones científicas a lo que sólo necesita del apoyo de la fe. Debe de ser que algunos no tienen una fe muy sólida.
La distorsión del concepto tiempo es usual en las leyendas.
Antaño pocos podían escribir. Eran relatos que pasaban de boca en boca. Dichos. Opiniones...
Hasta que llegaba uno (en el caso de la biblia 100 años después) y lo escribía conforme entendía él lo que varios le contaban sobre esto y lo otro. Rellenando a conveniencia huecos, hilando la historia sin rigor cronológico, sin rigor histórico.
Los personajes se magnifican en función de lo magnificados que estén en la cabeza del relator. De cada relator que perpetúa la leyenda hasta que se escribe.
Y súmale que la versión que llega a nuestros días resulta ser una traducción hecha por otra persona... 400 años más tarde.
Esto es, que la biblia nos la escribió un traductor quinientos años después de los hechos supuestamente reflejados. Un señor de hace 1.500 años.
Hombre... dar pábulo a un texto así diferente del que le daríamos al Quijote resulta quijotesco.
Comentarios
Ahora solo falta que digan que se midio en años Noéicos, que son lo equivalente a 0,15 años actuales
Es lo mismo que algunos decíamos el otro día en una noticia acerca de los siete chakras:
Los siete Chakras
Los siete Chakras
club.telepolis.comNo sé qué manía tienen las religiones (o algunos de sus sectarios) de intentar buscar explicaciones científicas a lo que sólo necesita del apoyo de la fe. Debe de ser que algunos no tienen una fe muy sólida.
Y pensar que hay gente que se cree el "libro Negro" al pie de la letra.
La distorsión del concepto tiempo es usual en las leyendas.
Antaño pocos podían escribir. Eran relatos que pasaban de boca en boca. Dichos. Opiniones...
Hasta que llegaba uno (en el caso de la biblia 100 años después) y lo escribía conforme entendía él lo que varios le contaban sobre esto y lo otro. Rellenando a conveniencia huecos, hilando la historia sin rigor cronológico, sin rigor histórico.
Los personajes se magnifican en función de lo magnificados que estén en la cabeza del relator. De cada relator que perpetúa la leyenda hasta que se escribe.
Y súmale que la versión que llega a nuestros días resulta ser una traducción hecha por otra persona... 400 años más tarde.
Esto es, que la biblia nos la escribió un traductor quinientos años después de los hechos supuestamente reflejados. Un señor de hace 1.500 años.
Hombre... dar pábulo a un texto así diferente del que le daríamos al Quijote resulta quijotesco.