Publicado hace 13 años por AlvaroMenendez a ameiric.blogspot.com

En el artículo se relata con gracia cómo llegaron desde sendos sitios porno a una página católica ¿Por qué? Pues sencillamente porque 'cum' (la página católica se llama 'Sentire cum Ecclesia') no significa lo mismo en latín que en inglés. Nuestros 'sexonautas' iban detrás de este último significado de la palabra, evidentemente, pero el buscador porno les jugó una graciosa broma del azar.

Comentarios

A

La anécdota es completamente cierta y está constatada. Gracias al contador de visitas instalado en el blog en cuestión, pude ver cómo habían llegado desde dos sitios porno a mi blog de Teología católica. Supongo que la sorpresa de los otros tuvo que ser mayúscula.

D

Pero mira como soy una buena persona voy a intentar curarte. Al igual que muchos vosotros queréis curar a los homosexuales. Echale un vistazo a este video y ya estarás en el buen camino.



Paz y amor.

D

Vaya, parece me he dejado un "de"por ahí arriba, es lo que tiene escribir con el móvil. Sí por lo que sea vez una luz, y no es la de la bombilla, visita los vídeos relacionados, te prometo que en menos de Lo que canta un gallo o 3, estarás curado.

D

Cachis odio el teclado este del Android (el autocompletar ), acabó de ver el ni ese del primer post. Señores talibanes ortograficos me estais volviendo loco. Antes ni hubiese releido lo que he escrito.

D

tío, siento decirte que estas enfermo. Desde cuando la palabra correrse o semen es algo tan malo que ni se puede ni traducir.

Y tras esta perla creo que no voy a poder parar de reír jamas:
"Es el cum, señores, lo que ellos buscaban. Esas tres letras ¡Ah! Me encantaría haber visto su cara, esa espera babosa, esos ojos ya saltones (tanto que hubiera que meterlos de nuevo en sus cuencas con un calzador de zapatero), mientras se cargaba, poco a poco, ante su madorosa frente... ¡un blog de Teología católica".

A

#2 El breve artículo no es una 'argumentación' que trate de demostrar algo. Simplemente da cuenta de una curiosa, pero real, anécdota, narra algo que ha sucedido. Ahora, si Vd. ve argumentación con tintes demostrativos en el artículo, quizá se pueda estar refiriendo (si no es así corríjame, por favor) al hecho de que dicho artículo intenta convencer de que algunos de los tres que estaban navegando por una página porno y ha acabado fortuitamente en este blog católico pudiera haberse visto 'removido' moralmente (no hablo de 'conversión'), tal posibilidad no es descartable al cien por cien; bueno, aunque en un principio el objetivo del artículo no es dar a entender que todo el que lee un blog católico se convierte, la admisión de tal 'casualidad' no es desdeñable. ¿Cuánta gente no se ha convertido a Dios por un simple hecho aparentemente fortuito y, al parecer, sin importancia? Salvando las distancias, pienso en la conversión de Ignacio de Loyola sólo por leer vidas de santos en un momento de convalecencia en el que no disponía de otro tipo de libros (las monjas que le cuidaban no tenían libros de caballería, que eran los que él deseaba leer con avidez); o la conversión ya famosa de un Paul Claudel o de un Giovanni Papini... o la conversión de aquel a quien todos tenían por loco sólo por oír una homilía de san Juan de Ávila. Hemos de admitir, al menos como posibilidad real, que nunca sabemos cuándo Dios nos va a tocar el corazón endurecido. Concédame, como poco, que eso podría ser así.
Simplemente se trata, en este blog, de continuar la tarea evangelizadora de la Iglesia. Ante la objeción de ciertas corrientes de pensamiento que consideran que evangelizar es “imponer” y por tanto “una violación de la libertad religiosa”, el Papa Benedicto XVI, el pasado lunes 4 de octubre, respondió con una cita de la Evangelii nuntiandi de Pablo VI, recordando qué entiende la Iglesia por evangelización:

“Proponer a la conciencia la verdad evangélica y la salvación ofrecida por Jesucristo, con plena claridad y con absoluto respeto hacia las opciones libres que luego pueda hacer —sin coacciones, solicitaciones menos rectas o estímulos indebidos— , lejos de ser un atentado contra la libertad religiosa, es un homenaje a esta libertad, a la cual se ofrece la elección de un camino que incluso los no creyentes juzgan noble y exaltante”.

Además, recalcó, los no creyentes tienen “derecho” de recibir “a través de los cristianos el anuncio de la Buena Nueva de la salvación”.