Europa, con la justificación de la «preparación ante crisis», está introduciendo en las escuelas programas de adoctrinamiento militar y propagandístico, disfrazados de simulacros de emergencia. Lo que se vende como un plan de seguridad es, en realidad, un lavado de cerebro institucionalizado, diseñado para normalizar la guerra, el miedo y la sumisión ante un futuro de conflictos fabricados por las élites en guerra por los recursos (tierras raras en Ucrania) para sus empresas.En países como Alemania, Francia, España y los países nórdicos,