Hace 16 años | Por msgio a messageinout.blogspot.com
Publicado hace 16 años por msgio a messageinout.blogspot.com

Se trata de un cuento en el que, de un modo sencillo, se denuncian la causa de todo el sindiós político español. Todo se soluciona con una sencilla medida que debemos exigir todos, porque a nadie perjudica. ¡Inspirada por los dioses!

Comentarios

Tumbadito

SPAM: @msgio

PepeMiaja

Totalmente en contra. Los partidos políticos son un antídoto perfecto a los letales lobbies, diseñan programas coherentes, evitan la dispersión normativa, reducen grandísimamente la compra de votos, castran el ego de los politicuchos, articulan, organizan y racionalizan las demandas de la globalidad de la ciudadanía (no de unos pocos, como sucede en el sistema de listas abiertas), estructuran racionalmente las necesidades políticas generales, canalizan una pluralidad de intereses, transforman racionalmente esas necesidades en medidas políticas conforme a un programa elaborado de forma experta y con miras generales, son decisivos en la imprescindible (en una democracia social) socialización de la política, reclutan de manera racional a los dirigentes políticos en cuanto a la adscripción de los mismos a las áreas donde sea más óptimos según la capacidad de cada cual, garantizando relevos no traumáticos que desprecien en “know how” anterior, permiten, mediante esa especialización, un óptimo trabajo parlamentario, los de la oposición controlan infinitamente mejor al gobierno que en el sistema de listas abiertas…

En fin, que todas las generaciones quieren mejorar lo que es mejorable, pero muchísimos ejemplos hay en la historia en los que ese afán, al cuestionar las estructuras que surgieron de la prueba y criba de quienes nos precedieron con sus errores, nos llevó a terribles involuciones que nadie creía posibles. La "partitocracia" europea, con todos sus defectos, es el único sistema que nos salva de que la política se convierta en un mercado persa, en el que cada diputado haga lo que le da la gana amparado en que no debe su escaño al partido, y se ponga al servicio sólo de quien tenga la mayor chequera, como ocurre en América.

Por eso Mario Conde, Trevijano y esta tropa siempre defendieron acabar con ella.

T

que tonteria... la culpa es de Aznar