Desde que junto letras en esta modesta columna semanal he sido acusado de rojo y de pepero a partes iguales por parientes, amigos y conocidos. Todos ellos, de una manera más o menos sibilina, me han hecho saber que les gustaría categorizarme. Desde luego, he entendido que al público le desconciertan los periodistas a los que no se les ve el plumero ni se les adivina la papeleta electoral. En definitiva, un síntoma preocupante que evidencia cuán pachucho está el oficio.
Comentarios
¿Quién es este y por qué cree que me importa que lo categoricen o dejen de categorizar?
#3
#4 Creo que es como alguien que conocí que tenía los dos carnets (el del PP y el del PSOE). Le iba bien.
De UPyD, vamos.
Da igual, la misma mierda es. Que se lo aplique.
#1 No has pasado del primer párrafo, no?